Desayunamos en Hopelchén y fallamos una visita sorpresa en Xcampeu

Hopelchén es uno de los destinos habituales de las rodadas domingueras, le hemos agarrado gusto a desayunar en un modesto puestecito a la entrada justo después de la gasolinera. Mientras escribo me doy cuenta que nunca le hemos preguntado al señor que lo atiende como se llama, que mala onda de nuestra parte.

La primera vez que desayunamos aquí, nos atrapó con unos tacos de carnitas bien ricos, y cada vez que hemos ido a tenido guisos diferentes, como relleno negro o escabeche y ahora nos ofreció unos ricos huevitos que la verdad no puedo decir que eran a la mexicana porque no se que tenían pero con los frijolitos estaban buenísimos.

Lo más divertido fue que esta vez Héctor y Gerardo decidieron pedir agua para tomar un café, ojalá hubiera podido tomarles una foto cuando les asentaron un vaso con agua pozo algo turbia, pero eso si bien hervidita, ambos hicieron una cara de «¿que pedo?» que el señor les dijo «¿que paso?» y no se si fue el shock pero respondieron «no, nada», jajaja por un momento se les salió lo burguesitos.

Todo parecía indicar que esta sería una rodadita simplona a Hopelchén, sin embargo la charla se tornó interesante cuando salió el tema del mes del testamento y de ahí salieron algunas inquietudes que pronto convertirían la charla en un compendio de vivencias curiosamente similares entre los presentes y que nos llevo a concluir que es mejor dejar esos temas muy claros con nuestros e hijos para evitar futuros conflictos. Es muy padre cuando te comparten experiencias desde puntos de vista tan diferentes y más padre cuando basado

en ello se pueden tomar decisiones más pensadas.

Después de terminar la charla Héctor nos convenció de visitar un campo menonita cercano,

no se que tiene este chavo con los campos menonitas pero ahí fuimos a ver las mazorcas y visitar la tienda que por cierto estaba cerrada, le pedimos una disculpa a nuestro amigo Gerardo porque su BMW R1200S sufrió un poco en los tramos de terracería en que nos metimos.

Era momento de seguir nuestro camino de regreso y nos enfilamos a Campeche y de pronto recordamos a Manuel Gantus, un amigo biker que tiene una casita en Xcampeu y que siempre nos dice que ahí pasa los domingos; por ello decidimos pasar a visitarlo y justo a la entrada de la calle que da a su casa había un tramo de terracería encharcado y un lodo de tierra roja que me hizo recordar cuando andábamos en las cuatrimotos y eso no nos preocupaba, sin embargo con toda mi inexperiencia cruce en la Versys y me lleve un susto ya que moto coleo en el barro, Héctor por otro lado con más experiencia paso por la parte encharcada que estaba más firme, de regreso pase en la Versys sin problemas. Por cierto Manuel no estaba pero bueno sirvió para refrescarnos bajo un árbol tomando una coquita.

Lo que pintaba ser una rodadita cualquiera a Hopelchén se volvió especial al poder escuchar las experiencias de Héctor y Gerardo, y que me permitieran contar las mías, a veces las rodadas no son solo de carreteras y kilómetros, a veces son de escuchar a los amigos.