Con el calor que está haciendo en Campeche (le andamos tirando entre los 30º y 35º C) nos dieron ganas de disfrutar un chapuzón en el agua fresca del Ojo de agual El Remate, así que acordamos la salida en la gasolinera a la entrada de Campeche llamada «El Rey».

Para todo viajero que sale más o menos a la hora de desayunar, parar por una torta de cochinita en Hecelchakán es casi como una obligación y bueno como buenos Campechanos pues esa sería nuestra primera parada. Les debo las fotos la verdad es que teníamos hambre y las tortas estaban muy ricas.

El Remate esta en un poblado llamado Tankuche, cerca de Calkiní; segun Google Maps esta a unos 50km de Calkiní, si deciden ir les recomendamos cargar combustible en Calkiní ya que después de Calkiní y hasta Isla Arena no vimos una sola gasolinera.

Llegamos relativamente temprano a El Remate, estacionamos las motos en la sombra y nos dispusimos a disfrutar del agua fresca.

A las 10 am que llegamos no habían muchas personas vendiendo cosas para comer o beber, quizás porque era muy temprano para ser domingo, pero como a las 11 llegaron los vendedores y había fruta con chile, chicharrones y hasta micheladas.

El agua estaba super rica y el día soleado, lo que hizo que pasaramos super chido; cabe señalar que El Remate es un centro ecoturístico las instalaciones son rústicas, así que si no eres de caracter aventurero, quizás no sea un buen lugar para ti.

Entre las amenidades del lugar, rentan Kayaks para el que guste darse un paseito, palapas, sillas y mesas, etc. Esta bastante bien el lugar y no había mosquitos al menos no los sentí, aunque los pescaditos si pueden sacarte un sustito si deciden probarte.

Ya como a la 1:30 pm seguimos nuestra ruta hacia Isla Arena, pasamos a visitar el Museo de Pedro Infante pero tuvimos mala suerte y se encontraba cerrado, así que nos fuimos directo a comer Cocodrilo.

Wotoch Aayin (La casa del cocodrilo) es un centro ecoturístico en Isla Arena dedicado al aprovechamiento sustentable del cocodrilo moreletti, donde puedes dar un pase guiado y conocer a estos réptiles en su hábitat natural.

Aquí mismo hay un restaurante donde puedes probar la carne de cocodrilo preparada de varias formas: a la mantequilla, al mojo de ajo, a la plancha e inclusive unas costillitas de cocodrilo.

De regreso decidimos parar a refrescarnos en Tankuché, el calor estaba realmente fuerte y con el estomago lleno necesitabamos hacer una parada técnica a hidratarnos y refrescarnos.

Paramos en la antigua hacienda Henequenera de Tankuché que a pesar de que en este momento son solo vestigios del pasado, lo que queda de ella te hace imaginarte lo impresionante que debió ser verla en operación.

Por cierto el plan de refrescarnos falló porque no llevabamos agua fría o cocas para todos, así que tuvimos que llegar al Oxxo en la gasolinera de Calkiní para poder entonces si poder refrescarnos y continuar nuestro camino de regreso a Campeche.

De regreso a Campeche nos topamos en el camino a un motón de bikers, suponemos que eran al menos dos motoclubs porque si eran como unos 20 y traían sus chalecos, que chido es ver que haya comunidad en nuestro Estado.

Llegamos a casa a eso de las 6 de la tarde, algo cansados por el calor pero definitivamente nos la pasamos muy bien en esta rodadita, en la cual por cierto nos acompaño en su primera rodada Genesis con apenas 16 años a quien le tocó ser copiloto de Héctor y que estaba emocionada por ser parte de esta aventura junto a su hermana y nuestros amigos bikers.